OUR REVOLUTION

OUR  REVOLUTION

Apaga la tele, enciende tu mente.
( Fotografía del maestro Javier Valldeperez)




La realidad está ahí fuera, detrás de los anuncios luminosos y de los posters publicitarios. La realidad se esconde tras el cartel, la verdad tras el panfleto, la belleza tras el maquillaje, los dramas y las comedias se viven fuera del cine.

Perdemos nuestra propia identidad idolatrando iconos mediáticos, siguiendo estereotipos diseñados en laboratorios, rellenando con silicona los vacíos del alma, cómplices de la industria tóxica del pensamiento único, exterminando la cultura de lo original,  la diversidad de lo humano.¿ Por qué vestir como Madonna o preocuparse por Obama? Tu universo lo conforma tu realidad inmediata... tus amigos, tu familia... todo lo demás no importa, son montañas de basura que acumulamos en el salón.

Apaga la tele, deja de leer revistas. Deja de ser espectador para retomar el control y dirigir conscientemente el rumbo de tu vida, siente la fuerza de tus actos.

Lejos de las cámaras hay lugares sorprendentes, realidades impactantes a la espera de que alguien les dedique una mirada y les otorgue un protagonismo que los medios jamás le darán.

El pasado año un grupo de alumnos de la Facultad de CAFYD junto a 3 profesores visitamos la Cañada Real Galiana, el mayor asentamiento chabolista de Europa,  situado a tan solo 14 kilómetros de la Puerta del Sol, lejos de la mirada del turista, pero tan cerca que solo nos separa la ignorancia.

Encontramos a más de 500 personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, la mayoría de ellos son niños cuyas expectativas de futuro de desdibujan  ante la necesidad de supervivencia.

Bajamos del autobús y nos reciben decenas de niños con abrazos y besos sin importarles quienes somos, deseosos de afecto y atención, la mayoría corren sin zapatos entre cartones, jeringuillas, ratas…las niñas de 7 años cargan con sus hermanos de 2 y 3 años en brazos.

Algo estamos haciendo mal si a escasos kilómetros de los mejores hoteles de la ciudad encontramos niños que duermen en el suelo. En algo se ha equivocado la sociedad si un Estado social, democrático, de derecho que protege a sus integrantes, permite que haya personas al margen de cualquier protección social, sin una vida digna.

Algo hemos hecho mal… pero no hay tiempo para reproches, yo no dejaré de mirar donde no enfocan las cámaras, no dejaré de probar sabores  amargos, realidades que escuecen, porque  solo así escapas del escenario ficticio que intenta atraparte y consigues ser libre.

Vive la vida intensamente. Olvida tus programas favoritos, sé el protagonista de tu road show. Las experiencias que calan en lo profundo del alma son las únicas que merecen la pena en la vida y las que dan sentido a todo lo demás, sin ellas, somos carne y hueso frente al televisor.

Apagar la televisión es el inicio de la revolución, una contrarevolución mediática, que pone en marcha tus pies y nutre los motores del cambio que fecundan las ideas renovadoras.

Tan cobarde es actuar mal, como no defender el bien. Y hacer el bien va más allá de la propia piel, implica abrazar al otro, despertar a los que están dormidos y avanzar juntos. Hay que estar dispuesto a creer hasta el final, a no renunciar jamás.

Próxima parada… PERÚ

La auténtica recompensa: saber que todo tiene sentido.